jueves, 21 de agosto de 2008

5 DE JULIO DE 1998

TALLERES - BELGAYNO

Notas de diario Clarín:

Partido de ida

UNA PROVINCIA AL ROJO VIVO: JUGARAN A LAS 15.30, EN EL ESTADIO OLIMPICO

Talleres-Belgrano, en el primer duelo por el ascenso

La expectativa en Córdoba es enorme. Entre hoy y el domingo quedará definido el primer ascenso al fútbol grande de la AFA. Y dos de los equipos más populares del interior animarán esta definición.

La ciudad está dividida. De un lado están los que sufren por Talleres; del otro, los que lo hacen por Belgrano. Es el clásico cordobés, que se vive con clima de Mundial y de final. Porque el dueño de esta definición (el otro partido se jugará el domingo) ascenderá a Primera. Y los hinchas rezan por sus ídolos. Hacé un gol, por favor, Cachi, le rogó un lustrabotas a José Alfredo Zelaya, mientras un canillita le pidió a Luis Ernesto Sosa: Uruguayo, tenés que repetir la actuación del sábado..., en referencia al partido en el que el volante, frente a Atlético Tucumán, convirtió tres goles y fue la figura de la cancha.¿Cómo será el clásico cordobés? Estará en juego un ascenso, será la final soñada por todos. Habrá mucho en juego. Para Zelaya es la definición en la que venimos pensando desde hace tiempo. Sabemos que será a cancha llena, con la responsabilidad para los dos, pero nosotros vamos a dejar todo en la cancha para ascender a Primera. También Sosa sueña con la vuelta porque ese es el objetivo que se planteó este grupo. Incluso, cuando volví a Belgrano, la gente me pidió el ascenso.Zelaya se ganó el afecto del público de Talleres cuando quebró una paternidad de Belgrano de 15 años. Sus tres goles, en aquel clásico que Talleres ganó por 5-0, motivaron a la hinchada para empezar a corear el clásico Tucumano, tucumano. Y Zelaya, goleador del torneo con 21 conquistas, es un agradecido: Sí, la gente me quiere mucho, tenemos una buena relación. Pero sé que todo el equipo necesitará el aliento de la gente porque ellos también van a jugar desde las tribunas. Mi mensaje es que estén tranquilos porque Talleres dejará todo por el triunfo.Sosa es ídolo desde hace años. La gente siempre lo alentó con un grito ensordecedor: Uruguayo, uruguayo. Una tarde de 1991, cuando Belgrano logró el ascenso ante Banfield, Sosa logró un gol clave ante San Martín de Tucumán como los tres que hizo contra Atlético. ¿Habrá sido una premonición? No, nada que ver. Ahora será otro partido. Ojalá que se repita como el año que ascendimos porque sería el mejor regalo que le podemos hacer a la gente de Belgrano, dice.Los directivos de Belgrano siempre soñaron con su retorno. Y por eso lo repatriaron de Corrientes en una cifra cercana a los 350 mil dólares. Siempre me sentí identificado con Belgrano, señaló alguna vez en obvia alusión a aquel partido en el que jugando para Huracán Corrientes amargó a Talleres en la final del 96 con una goleada espectacular: 4-1. Sosa fue la gran figura de aquella noche.¿Cómo llegan a estas dos finales? Talleres tuvo un triunfo aplastante ante Quilmes (5-1) que lo catapultó prácticamente a la definición, antes del empate ante San Martín de Tucumán. Belgrano siempre lideró su zona y relegó a Banfield, el candidato de la mayoría. Y en ambos choques con Banfield logró un triunfo y un empate, fundamentales para la clasificación. El susto que pasó ante Atlético Tucumán dejó un manto de dudas en los hinchas, aunque para la mayoría estos antecedentes no tienen ningún valor.Zelaya y Sosa ya empezaron a jugar el primer clásico. Pero ambos saben que todo se definirá el domingo porque en este tipo de clásicos nadie puede hablar de que se trata de un partido más. Hay que jugarlos. Son como River-Boca o Newells-Central, comenta Sosa. Y Zelaya es contundente: Los 11 de Talleres estaremos superconcentrados, con mentalidad y actitud ganadoras. Porque queremos volver a Primera y porque esta vez no se nos escapará el ascenso.Córdoba se paralizó. Y el clásico dividió a la ciudad.


El dia antes del partido




PRIMERA B NACIONAL: JUEGAN A LAS 15 EN EL ESTADIO OLIMPICO DE CORDOBA

Belgrano-Talleres, para saltar al fútbol grande de Primera

A Talleres le alcanza con el empate, ya que ganó 1 a 0 en el partido de ida. Belgrano tiene que ganar por más de dos goles para viajar directo a Primera. Chocan a las 15 y televisa América.

Llegó el día. Esta tarde, al final del clásico, alrededor de las 17, Córdoba volverá, después de dos años y cuatro campeonatos, a ser de Primera. Mejor dicho, Córdoba sabrá cual-Belgrano o Talleres- será integrante del núcleo selecto que compone el fútbol grande de AFA durante la próxima temporada. El que pierda no verá sus chances totalmente truncadas. Porque tendrá una segunda oportunidad. Enfrentará al ganador de Banfield-Chacarita y tendrá la posibilidad de pelear el segundo ascenso a Primera.Tratándose de dos miembros distinguidos de la sociedad futbolística cordobesa, como Belgrano y Talleres, la expectativa es enorme. Es un clásico que siempre atrae. Y si como premio se ofrece un pasaje directo a Primera, el atractivo se incrementa. Por eso la demanda de entradas continuó ayer en creciente y hay muchos que se animan a afirmar que hoy a la hora de comienzo del partido (las 15) ya no quedarán boletos para ofrecer. Se calcula que la recaudación trepará a los 900.000 pesos. La máxima anterior fue de 657.000 pesos en el Apertura 92.Jugando al misterioMientras tanto el misterio, igual que para el partido de ida, sigue siendo el juego preferido de los técnicos Ricardo Gareca y Ricardo Rezza. La formación se conocerá minutos antes que empiece el partido, coinciden ambos Ricardos. Las dudas, y las especulaciones con respecto a los apellidos que afrontarán el compromiso, son varias en las concentraciones de Belgrano en Villa Carlos Paz y de Talleres en Saldán.En Talleres, José María Rozzi parece ganarle la pulseada a José Tiburcio Serrizuela para quedarse con la vacante dejada por la expulsión de Marcelino Galoppo. Y arriba, la titularidad de Ramón Medina Bello parece asediada por Rodrigo Astudillo. Gareca sigue con el misterio.Por el lado de Belgrano, se podría presumir la reaparición de Diego Alarcón, después de la lesión que lo marginó los últimos dos partidos. Aunque Julio López es otra posibilidad para reemplazar al expulsado Jaime Garcete. Y como ganar es una obligación para no quedarse, hoy, sin chances de subir, entraría otro delantero por un volante: Luis Artime por Horacio García. Rezza sigue con el misterio.El resultado del partido de ida -uno a cero, gol de José Zelaya, favorable a Talleres- no asegura nada. Pero es una ventaja interesante cuando se trata de rivales tan parejos. Ese solitario gol no sólo puede resultar decisivo, sino que definirá las actitudes de ambos para esta tarde. Brinda tranquilidad para Talleres (que viene de perder dos ascensos consecutivos ante Huracán Corrientes y Gimnasia y Tiro) y presión para Belgrano. Que se irán incrementando si los minutos pasan y los goles no llegan.Preguntas y respuestas¿Qué necesita Talleres para lograr el ascenso? Ganar, por cualquier resultado, o empatar.¿Qué necesita Belgrano para lograr el ascenso? Ganar por una diferencia mayor de dos goles.¿Qué pasa si Belgrano gana por un gol de diferencia? Quedarían equiparados en puntos y diferencia de goles. En consecuencia será indispensable recurrir a un alargue de treinta minutos, dividido en dos minitiempos de quince. Si al cabo de esta media hora, el resultado sigue empatado, llegará el turno de los penales.Con el estadio Olímpico presentando un clima espectacular, con Horacio Elizondo como árbitro y con Talleres y Belgrano buscando, desde las 15, un lugar en Primera, llegó el momento de la definición.

El dia de la felicidad, después del partido

PRIMERA B NACIONAL: VUELVE AL FUTBOL GRANDE DESPUES DE TRES TEMPORADAS
Talleres sufrió pero consiguió el ascenso a Primera
Belgrano ganó la segunda final 2 a 1 y obligó a una definición por penales. El equipo de Gareca, que tenía en un momento dos goles de ventaja, terminó ganándola 4 a 3 con angustia.

Adrenalina durante 120 minutos, tensión en la serie de penales. Y explosión al final, con el hecho consumado. Así vivió Talleres su regreso a Primera División. En un partidazo -de esos que quedan grabados en la memoria y la historia- el flamante campeón de la B Nacional saltó por todos los estados de ánimo: tranquilidad, felicidad, angustia, dolor, inseguridad. Hasta que terminó con la mayor alegría de los últimos años.Después de esta gran final vivida dentro y fuera de la cancha, no quedaron dudas de que Córdoba merecía la Primera. Le tocó a Talleres, merecidamente, pero es cierto que pudo tocarle a Belgrano y nadie le hubiese negado su derecho a la alegría. Fue uno de esos partidos donde lo electrizante supera a lo táctico y donde los análisis esquemáticos quedan sepultados por las emociones.No sobró la calidad técnica, es cierto, (salvo los momentos en que Diego Garay tomó contacto con la pelota). Pero sobraron los demás atributos que aumentan la electricidad de un partido: muchas situaciones de riesgo ante los arcos, una pasión enorme y una gran incertidumbre por el futuro del resultado.Para comprender mejor lo sucedido es conveniente dividir la fantástica tarde cordobesa en cuatro partes:1) Desde el comienzo hasta la mitad del segundo tiempo. Talleres tenía controlada la situación, recostado en el colchón de la paz que le daba el 1-0 del partido de ida. Garay y su manejo, Zelaya y su peligrosidad, Cabrera y su recuperación, Villarreal y su desfachatez. Suficiente para que Ragg se convirtiese en figura, más allá de algunas dudas en las salidas, tapando una alta cantidad de situaciones de peligro y negándoles los gritos de gol a Garay un par de veces, a Zelaya (también por partida doble), a Medina Bello y a Villarreal, en un tiro de lejos. Belgrano también tuvo lo suyo: un derechazo de Manrique que pegó en un poste y un mano a mano que Sosa perdió ante Cuenca. Que las mentes y las piernas no sincronizasen sus tiempos, no fue impedimento para disfrutar. Hasta que Zelaya tocó para Garay, quien habilitó a Albornoz y llegó el 1 a 0. Con aroma a definitivo. Encima, Belgrano se quedó con diez (Testa fue expulsado por un codazo a Villlarreal) y destrozado anímicamente.2) Los últimos veinte minutos del segundo tiempo. La salida de Garay y la expulsión de Medina Bello (doble amarilla), más el fervor de Belgrano, hicieron posible lo que se presumía imposible. Se descontroló Talleres y resucitó Belgrano. Artime estuvo cerca. Carnero empató cerrando una triple salvada del arco de Cuenca faltando 10 minutos. No alcanzaba. Pero en el minuto final, Luis Sosa pateó con maestría un tiro libre y decretó el 2-1 que obligó al suplementario.3) Los treinta de alargue. Con los fantasmas revoloteando sobre Talleres, después de los dos ascensos consecutivos fallidos (ante Huracán Corrientes y ante Gimnasia y Tiro en las finales que también parecía tener resueltas) y con el grito de pechos fríos que partía de la tribuna de enfrente. Las piernas y los pulmones pedían, en este suplementario, basta por favor; los corazones y un par de cosas más (circulares, para ser más explícitos) los contradijeron para mantener el cartel de electrizante al clásico.4) Los penales. Si le faltaba algo al partido, el suspenso se mantuvo en los penales. Los primeros diez (cinco por bando) arrojaron una paridad en tres. Y en la siguiente tanda, Binetti estrelló el suyo en el travesaño y Oste no perdonó. Talleres ya estaba en la A, tras su alejamiento al finalizar la temporada 94-95. Desbordó la alegría y hubo vuelta olímpica (aplaudida por la hinchada de Belgrano, que tendrá una nueva chance empezando el miércoles ante Banfield). Sobre todo, ganó Córdoba y el fútbol, que esta vez sí fue fiesta. Y en todo sentido









Por FermaTador

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